En mi vida hay algo a lo que siempre opuse resistencia, algo que me
negaba rotundamente a hacer, algo que me parecía tonto, falso, sin
sentido y, sobre todo, me sentía ridículo sí lo hacia. Creía que esa
actividad era imposible e impracticable por su ineficacia. El tiempo, la
experiencia, las muchísimas comprobaciones que he podido hacer a lo
largo de todo mi recorrido y, en primer lugar,
mis espíritus y la vida misma, me demostraron lo contrario. Me refiero a la adivinación.
"Todo
el mundo dice que las barajas hablan, que los caracoles hablan, que los
cocos hablan. Esas cosas permiten hablar a los espíritus. Uno aprende a
usarlos y a interpretarlos, pero los que hablan son los espíritus, que
son los que saben. Uno cree con el tiempo, mientras va dominando el
método, que es uno el que va sabiendo, pero no es verdad. Son ellos.
Uno
va aprendiendo a interpretarlos a ellos a través del lenguaje que
emplean: las barajas, los cocos, los caracoles o lo que sea. Pero hay
que ir aprendiendo y perfeccionando la comprensión de ese lenguaje".
Para hablar de ello y muchas cosas más , para compartir una sonrisa ,
un saludo , para rendir homenaje a lo que tanto amo y respeto , para
seguir ayudando y creciendo y aprendiendo sobre todo, para caminar el
camino sin detenerme , para intentar sembrar la fe de alguna forma
llámese como se llame , nómbrese como se nombre , para hacerla aflorar o
al menos intentarlo , por muchos que siguen estando ahí y son
escuchados en silencio , en las sombras , para que se haga la luz en
nuestros corazones.
Jordi Armengol
